Revolución Libertadora. La cuarta invasión Inglesa
por Fermin Chavez. Prologo por Juan Manuel Bories Maxwell
Este articulo va en honor a mi padrino de bautismo, amigo entrañable de mi padre al historiador, político y gran nacionalista Fermin Chavez, del cual tengo muchísimas obras en mi biblioteca , a las que al día de hoy sigo releyendo e investigando en ellas , muchas de ellas me fueron forjando desde mi juventud será por la cercanía ael, por la claridad de su escritura, o por solo ser unos de los referentes más fuertes del nacionalismo argentino.
Este articulo particularmente da precisión de lo que fue unos de los hechos más nefastos y repudiables de la historia argentina mostrándonos con exactitud que los enemigos de nuestra república eran internos y externos.
El 16 de septiembre de 1955, hace 58 años, era depuesto el General Perón, por lo que se autodefinió como la Revolución Libertadora, que evidenciaba su real nombre: Revolución Fusiladora.
Nos prohibieron, nos proscribieron, intentaron borrarnos de la historia, pero no pudieron. No nos vencieron
El 13 de Septiembre de 1973 se publicaba un artículo escrito por Fermín Chávez en la revista “Primera plana”, dónde el
historiador remarca a la revolución libertadora como la cuarta invasión inglesa, título que anteriormente había asignado Juan Domingo Perón a la revolución que lo derroca en 1955.
He aquí un fragmento extraído:
Si el movimiento peronista y su gobierno tuvieron fuertes enemigos internos, no es menos cierto que los hubo mayores en el exterior. El principal, entre éstos, era un imperio en decadencia, pero un imperio al fin, Inglaterra.
La revolución peronista hirió sensiblemente a las minorías oligárquicas y a la burguesía del país, pero también perjudicó ostensiblemente a los intereses británicos, que a la postre se unirían con quienes les ofrecieran la más segura posibilidad de revancha. Si es verdad que sancionó a los Bemberg, es cierto también que lesionó duramente la esfera de influencia de los británicos.
En un olvidado artículo periodístico, de 1957, Juan Perón señaló que la llamada “revolución libertadora” trajo la cuarta invasión inglesa. “Ante la incredulidad de propios y extraños –escribía-, nacionalizamos, comprando y pagándoles, los transportes, puertos, teléfonos, silos y elevadores, frigoríficos, servicios de gas y energía, el Banco Central, creamos la Flota Mercante, que llegó a ser la cuarta del mundo, y dimos al país transportes aéreos. Industrializamos la Nación facilitando la instalación de industrias pesadas. Asimismo, fabricamos gran cantidad de maquinarias y automotores. Así logramos la independencia económica, arrojando por tercera vez al invasor británico”. En otro párrafo del texto que estamos rememorando decía Perón: “Nuestra economía justicialista les resultó desastrosa. Sirva un ejemplo: en textiles y afines importábamos de Inglaterra por un valor de 100 millones de dólares anuales. En 1954, esa cifra se redujo a medio millón anuales. Como último bastión, le quedaba nuestro mercado comprador de petróleo. Inglaterra nos vende combustible por valor de 350 millones de dólares por año. Nuestro gobierno había firmado ad referéndum del Congreso de la Nación, un “contrato de locación de servicios” con la Standard Oil de California. Por éste, la compañía norteamericana se comprometía a explorar parte de nuestro subsuelo y extraer el petróleo que hubiera, el que debía ser entregado en su totalidad a YPF para su comercialización”.
Es posible que los ingleses hayan hecho el cálculo de la pérdida que el cambio de política petrolera significaba para ellos, y que decidieran intervenir, contando como contaban con fuertes aliados en la marina de guerra argentina. Los hechos parecen dar entera razón a estos asertos, finalmente en la consolidación “moral” del frente antiperonista interno jugaron un papel importante las logias masónicas y otras agrupaciones típicas de la burguesía antinacional.