José Gervasio Artigas
El padre de la patria Uruguaya
Nacio en Montevideo, el 19 de junio 1764 – murio Ibiray, cerca de Asunción, Paraguay,el 23 septiembre de 1850) Político y militar uruguayo. Nacido en el seno de una de las siete familias fundadoras de Montevideo, cursó sus estudios en un convento franciscano. Durante su adolescencia participó en la venta ilegal de ganado, lo cual le reportó un excelente conocimiento del país y de sus gentes. Fue miembro fundador del cuerpo de «Blandengues», milicia armada que tenía encomendada la defensa de Montevideo y de la cual fue segundo jefe.
Tras la revolución de 1810 en Buenos Aires, ofreció sus servicios a la Junta Revolucionaria, en lucha contra el gobernador español de Montevideo. Éste, al verse amenazado por las tropas independentistas, pidió ayuda a Portugal, que acudió en su auxilio. Ello motivó la negociación de un armisticio entre la Junta Revolucionaria y el gobernador español que fue mal recibido por Artigas, puesto que el tratado devolvía la soberanía a España.
Para no verse obligado a aceptar la tutela española abandonó, con 1.500 familias (alrededor de 16.000 personas), la Banda Oriental (actual Uruguay), territorio en el que se había hecho fuerte y del que era máximo dirigente. Artigas y sus seguidores se establecieron en el Ayuí, localidad desde la cual intentó organizar políticamente las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe, y tras conseguir su control, luchar contra los dirigentes centralistas de Buenos Aires.
En 1815 José Gervasio Artigas venció a las fuerzas centralistas, tomó Montevideo y organizó un gobierno federalista en Santa Fe. Resistió hasta 1820, año en que sus tropas fueron vencidas por las portuguesas, deseosas de hacerse con el control de la Banda Oriental. Ello le obligó a exiliarse en Paraguay, cuyo presidente, José Gaspar Rodríguez de Francia, le concedió asilo político.
Sin embargo, a la muerte Rodríguez de Francia en 1840, fue encarcelado, siendo luego liberado por el nuevo presidente Carlos Antonio López, quien así mismo le dio refugio en Ibiray, donde permaneció hasta su muerte. En 1856, a título póstumo, el gobierno uruguayo lo declaró «fundador de la nacionalidad oriental»